LA CALLE DEL MUERTO
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Encontrar una dirección en Cali es una tarea bastante difícil. Diagonales, transversales, calles con a, b, c y hasta i no ayudan para nada en el proceso de búsqueda. Orientarse en la sucursal del cielo parece necesitar ayuda divina, por eso los caleños recurrimos a la conocida ‘Dirección Bugueña’: cerca de, al lado de o detrás de; nos gusta tener puntos de referencia conocidos para movernos por la ciudad.
Las Calles por las que muchos transitamos a diario, tienen su propia historia, fueron las que permitieron el crecimiento de la ciudad, cuentan con mitos que reflejan la cultura caleña, pero a veces frente a nuestros ojos y bajo nuestros pies pasan desapercibidas.
Calles un poco más recordadas como lo son la calle del muerto. El mito urbano cuenta que en esta calle, hace muchos años, una mañana se encontró el cadáver de un mendigo, otros dicen que de un concejal, se dice que en su honor se construyó una estatua que hoy yace en la misma posición del cadáver encontrado, dándole así nombre a la calle. Realmente en esta calle sí hubo un muerto, la historia dice que en 1952 una persona que se encontraba en una gallera fue asesinado a balazos en una noche de apuestas, pelea de gallos y aguardiente; esa misma madrugada el cuerpo fue trasladado y abandonado en la calle 26, la calle del muerto.
La calle de la escopeta, otra calle que tiene su historia, con las mismas piedras del río Cali se fueron trazando las primera calles, como lo es la de la escopeta, desde la Carrera Cuarta, pasando por los alrededores de la actual Catedral de San Pedro Apóstol, hasta llegar a la hoy congestionada Carrera 15. Era el sitio por donde los caleños desfilaban cuando iban de paseo al río Cali, era el sitio preferido para pasar el domingo, con un sancocho de gallina en familia, las aguas del río limpias y transparentes.
Otra muy famosa en su tiempo, la calle del pecado, recibe este nombre gracias a la existencia de 20 grilles en cuyas penumbras se abusaba del sexo, se consumían cantidades exorbitantes de licor y marihuana al compás de la música vulgar y de pésimo gusto. Los grilles de la "Calle del Pecado" llegaron a tener fama nacional hasta el punto de que muchos turistas que llegaban a Cali en busca de aventuras, la primera dirección que pedían en sus respectivos hoteles era la de la escandalosa calle, con sus peligros y arriesgados encuentros.
Así como estas existían otra más como lo son: la calle de Buenaventura o del Comercio, que era la carrera Quinta; por ella se transitaba en mula rumbo al puerto, la calle de la Amargura que era la carrera Séptima y su nombre se derivaba de la suciedad en que permanecía, en la carrera 10, el expendio de carnes le dio el nombre de calle de la Carnicería, la carrera 12 se llamaba la calle El Tulpal porque allí habitaban los más pobres de la ciudad.
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